¿Gusanos, lombrices o parásitos?
Tres formas para definir un ser, en algún momento hemos oído nombrarlo lombrices, aunque menos común, esto podría deberse a que las especies más conocidas, como el caso de Ascaris Lumbricoides, o divulgadas con relación al hombre, tienen en común con los anélidos su forma alargada y angosta , pero este parentesco es erróneo, porque su descripción es bastante específica, donde se define al parásito como un ser que depende de otro a través de la simbiosis, es decir, obtiene algún beneficio de un hospedador quien pertenece a una especie diferente a la parasitaria.
Algunos de los parásitos son también denominados gusanos, entre ellos los platelmintos, por ejemplo, Turbellaria llamados también gusanos planos, pero no todos los parásitos son gusanos, también podemos encontrar dentro del reino animal pertenecientes al filo artrópodos como es el caso de los Cymothoa exigua ,(comúnmente encontrado en la lengua de los peces), o dentro del reino fungi encontraremos a los Enterocytozoon, siendo estos últimos parásitos microscópicos.
Si tuviéramos que clasificarlos podríamos hacerlo en 3 clases distintas:
Protozoos.
Helmintos.
Ectoparásitos.
Y aunque en nuestra vida cotidiana, es más común hablar de parásitos en los animales domésticos, no quiere decir que no sea frecuente la infección en seres humanos, de hecho, en el año 2017 la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó sobre las estadísticas de parásitos intestinales en la población mundial, y en el año 2008 realizó Estadísticas Sanitarias Mundiales, en su documento puso el foco en la enfermedad parasitaria de la malaria alrededor del mundo, teniendo en cuenta diferentes variables, visibilizando en un gráfico (Estadísticas Sanitarias Mundiales, OMS, pág.19.) sobre la diferencia en la intervención de la lucha contra la malaria según los niveles de riqueza entre los habitantes. Y esto es un problema que se traslada a todos los parásitos que transmiten enfermedades en las poblaciones humanas, en donde se indica que en los sectores más vulnerables las tasas se elevan consideradamente ejemplos como Argentina en donde el mayor número se da en niños, y Venezuela quien realizó un estudio evaluando las variables socioeconómicas, según el método de Graffar, que permitió observar los resultados considerables en cuanto a infecciones parasitarias, prevaleció en el grupo IV de pobreza relativa seguido por el grupo V de pobreza crítica.
Las causas de los elevados casos de parasitosis en zonas vulnerables se deben a las condiciones en las que conviven como la falta de agua potable, la cercanía a las heces en animales, la alimentación y controles sanitarios, etc. Las causas mencionadas mantienen una relación estrecha con los ciclos de vida parasitaria donde muchas veces intervienen las heces, y los animales de cercanía o alimento como es el caso de Taenia Solium que al consumir carne porcina el humano puede ingerir los cisticercos y así adquirir el parásito. Pero también se puede ingerir a través de frutas y verduras o agua no potable, por ejemplo, chilomastix mesnili.
Una característica destacable de los parásitos es su capacidad reproductiva, quienes tienen como estrategia producir una gran cantidad de “huevos” que se desarrollaran en el mismo medio o en uno distinto, de esta manera se reproducen masivamente y llegan a alcanzar numerosos hospedadores, a quienes en muchos casos, utilizan para desarrollarse y crecer hasta su siguiente estadio y así llegar a su siguiente huésped, ya que en muchos casos no tienen un solo hospedador definitivo sino una serie de huéspedes hasta lograr su desarrollo a la etapa adulta.
Por este motivo son uno de los seres más estudiados en enfermedades humanas y animales, debido a estos grandes alcances que tiene en todos los ámbitos de la vida humana. Los parásitos que más afectan son los endoparásitos ocasionando enfermedades hepáticas como el caso de los Trematodos, o la Elefantiasis originada por nematodos de los géneros Wuchereria y Brugia, quien tiene como vector distribuidor de contagio a los mosquitos.
Por esto concluimos con una reflexión final sobre los grandes cuidados que debemos tener en nuestra alimentación diaria(observando los controles adecuados y cocinando bien nuestros alimentos), las limpiezas de hogares y objetos utilizados, el uso de insecticidas para insectos portadores de enfermedades o parásitos, y las precauciones antes de realizar viajes hacia otras regiones. Es muy importante que estemos en constante alerta, sin perder la calma, pero si sepamos cómo cuidarnos y cuidar a los que nos rodean ya sean familiares, amigos, conocidos o mascotas. Dado que los animales domésticos que elijamos tener podrían ser un vector hacia una futura y posible enfermedad nuestra.
Bibliografía:
BRUSCA R. C. & G. J. BRUSCA. 2005. Invertebrados. 2da edición. McGraw Hill / Interamericana de España, S. A.
PatrickR. Murray, PhD., Ken S. Rosenthal, PhD., George S. Kobayashi, PhD., Michael A. Pfaller, MD. 2002. "MICROBIOLOGÍA MÉDICA"., 4tª Edición., Ed. Mosby.
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